La historia de la ostra pusilánime

Heredo la nostalgia de los recuerdos que aun no han sucedido...
me ausento de tu dicha... la que no se dice...
me angustia tu pena... tu caminar, ante quien estare extrañando los ojos?
Mañana pinta imperfectos mapas de memoria en mis horas remotas...
y la nada es un templo sagrado donde, serena, accedo a quitar toda perturbacion de mi cuerpo
Se de paredes que lloran ausencias, tambien de espejos que rompen auroras... pero ninguno me piensa,ninguno se acerca... danzar en las salas de alguien... que reposa en mis deseos...
Perdono y no aviso, recorro y no veo,
alienada en tu infinita demencia,destapaste la luz,el aire circula homogeneos olores...
y el salitre cede ante la noche con sabor a limón...
te sientes dueño del insomnio,soñoliento te asomas por las ventanas del entero preludio que hiciste...
pero jamas lo entendiste, nunca aceptaste que tal creacion fuese de tus manos...
Entre dolor y frio me arropo con dudas,Ese nudo en la garganta que sosega mi falta de nada, mi exceso de todo...mi grito inaudible,
como las veces que te mire y pense no hablarte, lo logré!
Estabas sentado, pasé... mientras te fumabas un cigarrillo, disipado por el silencio,
De lejos, mientras camino, los ojos descubren bellezas,
de cerca, comprueban la nimiedad del universo,
Lejos, desde aqui, de lejos... eres mejor, como de un color bello y astral,
cuando me acerco, y percibo tu olor a humanidad sin sueños... me alejo... los colores en mi sentir me impiden oir tu voz...Para que? si son simples designios de tus vanidades, no sientas verguenza de ti, ese es el papel que cumples en el universo...ama, rie, busca dentro de ti la luz de tu instante...y encuentra, ya muerto, tu libertad inconforme...